La tercera es la vencida…


[…] Sábado, 19 de diciembre de 2009 - Jake Broderick & Amy Grace

- ¿Por qué hiciste eso? – Susurraba al hablar, casi dolido con la situación de la noche anterior.
-¿Por qué lo hiciste tu?- pregunto con dolor en el pecho.
- ¿Qué cosa, Amy? – Se agachó, poniéndose de cuclillas a su lado pero sin dejar de mirar el agua. No quería verla, no quería que viera lo mal que se sentía por todo.
-Que yo podría ser la asesina, Jake, creí que me conocías. Y si dije lo que dije fue porque me dio impotencia todo lo anterior- mientras ella mista se tomaba las manos.
- Dije… - Habló con calma al girar la cabeza para mirarla con tristeza. – que cualquiera podía serlo, Amy, ¿pero realmente crees que maté a mi padre?
No, lo dije porque estaba dolida- esquivando su mirada- sabes que hablo sin pensar. Pero yo nunca podría creer eso. Y en ese “cualquiera” que dijiste estamos incluidos, pero cuando dijiste que hasta yo podría serlo, eso me dolió mucho más que todo lo otro.
- Te pedí disculpas – Tomó la mano de Amy con delicadeza mientras la observaba.- Perdóname.
¿Perdón?-mirándolo- Perdón no se le pide a nadie, Jake. No soy quien para perdonarte, algo que dijiste porque realmente lo piensas.
- Amy yo… - Volvió a mirar el agua, soltándole la mano lentamente y guardándola en el bolsillo del saco del uniforme. – Yo no sé qué pensar, alguien… alguien mató a mi padre. Es complicado.
Ah, claro, y como alguien mato a tu padre la culpable soy yo, gran deducción Jake- sacando los pies del agua- Mira, yo creí conocerte, pero luego de lo de ayer no se qué pensar. Pero es como tú dijiste, la gente ve el lado que quiere ver.
- No puedo hacer más que decirte que lo siento. – Aseguró con algo de pena, tomando aire al cerrar los ojos.
Se para y se puso en frente de el – Si te sirve de algo yo también lo siento- suspiro resignándose -Es mejor que dejemos las cosas así. Yo tengo que terminar de empacar, asique bueno, cuídate-poniéndose las sandalias.
Suspiró, ¿qué más podía hacer? se enderezó para ponerse de pie sin mirarla. - Suerte, Amy.
¿No me miraras? – susurro aun ahí.
Giró la cabeza despacio para mirarla con esa seriedad casi perdida, pero no dijo nada. Si Amy quería odiarlo, él no podía hacer nada.
-Bien Jake, yo ya dije todo lo que tenía que decir, nos veremos cuando nos cambien a la habitación, espero que me entiendas-se dirigía hacia la puerta, pero antes suspiro y le dijo con mucha sinceridad- Te dije que saldrías rey, tu papá estaría orgulloso de ti, como siempre...


[…] Domingo, 20 de diciembre de 2009 - Jeremy Ford & Amy Grace


-Sin vueltas te lo diré: Hay dos palabras cortas, que si las juntas, forman una frase hermosa. Yo recién te conozco, pero siento lo que conforman esas palabras, por eso quiero decírtelo, aunque no sientas lo mismo por mí. Yo nunca le dije esta frase a nadie, por eso eres tan especial para mí.
Por unos momentos se quedó callado, sin saber que decir- Tu también eres muy especial para mí Amy pero ya no se como más decírtelo o demostrártelo.
-Jeremy, yo te amo, más de lo que puedes imaginarte- se mordió el labio inferior y miro hacia abajo-
-la toma de la bravilla y la mira- yo no sé qué decirte Amy yo siento algo muy especial por ti...
-Pero no me amas, ese es el problema, esa es mi inseguridad-suspiro esquivando su mirada-
Pero no he dicho que no pueda hacerlo y tampoco quiero decir Te amo así nada más
Por eso pensé tanto en decírtelo o no, sé que es difícil quererme, mas aun debe ser amarme, porque soy mala, y todo el mundo me teme, pero en tu caso las cosas cambian, todos te quieren y no lastimas a la gente así porque si. Por eso te amo, pero déjalo no importa, olvida que te lo dije.
-la abraza- Para mí no es difícil quererte es solo que siento que si te digo que te amo te lastimaría aun más y eso es lo último que quisiera hacer
¿Por qué me lastimarías? – Lo miro a los ojos-.
Porque te estaría diciendo una palabra al aire, sin siquiera sentirlo... por eso.
Te entiendo- miro hacia abajo- Es mejor que me vaya, se hizo de noche y hoy quiero dormir en mi habitación-le dio un beso en la mejilla- Cuídate-le susurro esto último-
-la toma del brazo para jalarla hacia él y poder abrazarla- quiero que te quede claro que tu eres lo más importante para mí y eso no va a cambiar nada -se lo dice susurrándole al oído-
-lo abrazo- Lo sé, tu eres lo mismo para mí…


[...] Viernes 25 de diciembre de 2009- Kurt Silver & Amy Grace


-Bajó las manos al escucharla, deteniéndose en los pocos pasos que dieron-. No voy a estar más, Amy. Así que quería decírtelo -levantó la mano nuevamente para peinar los cabellos que volaban con aquel viento helado-. Bah, ya lo sabes. Te amo, Amy Grace, te amo desde el primer día hace 4 años. Por algo estoy con las mujeres con las que estoy, por eso tomo y me drogo hasta olvidarte aunque es en vano, siempre estás. Siempre. -bajó su mano dando pasos hacia atrás, con intenciones de irse-.
Se quedo petrificada al escucharlo y tardo en procesar esas palabras, un ráfaga de viento la hizo reaccionar- Lo siento Kurt, yo nunca me había dado cuenta, si lo hubiera sabido todo sería tan distinto, no era mi intención que escucharas todo lo que dije, todo lo conté, siento haber sido tan ciega, lo siento, realmente lo siento- camino unos pasos hacia el tomándolo del brazo- No te vayas, yo no sería Amy Grace sin ti Kurt Silver, por más que a veces te trate mal, o parezca que no te presto atención si lo hago, solo que no lo demuestro- lo tomo por el rostro- Lo siento, espero algún día puedas perdonarme.
Tomó las manos que ella había dejado sobre su rostro, bajándolas para besarlas, con ternura, sin pedir nada más. Sonrió como si aquello no importara. -No hay nada que perdonar, Amy. Te amo así, distante contándome sobre personas que no soy yo, besando personas que no soy yo. Te amo sabiendo que jamás serás mía -susurró con la misma sonrisa, soltando las manos de la rubia para dejarlas caer.
Lo miraba un tanto anonadada, no se lo esperaba de él, no sabía qué hacer ni que decir- Me siento como una fuckin bitch, ciega y sin corazón- murmuro por lo bajo- Siento no haberme dado cuenta, tu sabes te quiero mucho, y siempre he confiado en ti ¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Por qué pasaría esto. Ahora sentirás lastima por el idiota Kurt, y odio la lastima -se separó finalmente de ella mirando hacia el colegio de lejos, casi con la mirada perdida. -Suerte, Amy.
No- dijo firme- Yo no siento lastima ni compasión por nadie, eso me lo enseñaste tú- sentándose a mitad del camino-

Me alegra que algo hayas aprendido -susurró con la misma sonrisa de siempre. Se inclinó sobre ella, besándole la frente con fuerza y dolor. -Cuídate, Amy. No dejes que nadie te destruya -despeinó su cabello con normalidad mientras la dejaba en aquel lugar, caminando con tranquilidad al colegio.

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